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miércoles, 14 de agosto de 2013

San Maximiliano Kolbe



14 de Agosto

San Maximiliano Kolbe
Maximiliano significa: "El más importante de la familia"
Mártir del año 1941 

Se trata de un fraile franciscano polaco, mártir muerto en la Segunda Guerra Mundial, asesinado por los nazis en un campo de concentración. Dedicado a propagar la devoción al Inmaculado Corazón de María.San Maximiliano María Kolbe  nació en Zduńska Wola, 8 de enero de 1894 bautizado con el nombre de Raimund; y murió un 14 de agosto de 1941 en Auschwitz . En 1918 fue ordenado sacerdote, mas un año antes, fundó con otros seis hermanos franciscanos conventuales el movimiento MI (Milicia de la Inmaculada). En 1915 obtuvo en la Universidad de Roma el doctorado en filosofía y en 1919 el doctorado en teología. En 1927 fundó en Polonia a 40 km de Varsovia, la Ciudad de la Inmaculada (Niepokalanów). Más tarde, como misionero en Japón, creó otra institución semejante. Fundó dos periódicos, El Caballero de la Inmaculada y El Pequeño Diario. Organizó una imprenta en la ciudad de la Inmaculada en Polonia, y después se trasladó a Japón, donde empezó a editar hasta ocho revistas católicas.

Había sido llevado por los nazis al campo de concentración de Auschwitz. Al fugarse un preso del campo de concentración se aplico la ley imperante de los alemanes que dictaba que por cada preso que se fugara del campo de concentración, tenían que morir diez de sus compañeros. Hicieron el sorteo 1-2-3-4...9...10 y al que le iba correspondiendo el número 10 era puesto aparte para echarlo a un sótano a morirse de hambre. De pronto al oírse un 10, el hombre a quien le correspondió ese número dio un grito y exclamó:

"Dios mío, yo tengo esposa e hijos. ¿Quién los va a cuidar?".

En ese momento el padre Kolbe dice al oficial:

"Yo me ofrezco para reemplazar al compañero que ha sido señalado para morir de hambre". El oficial le responde: ¿Y por qué?

 - Es que él tiene esposa e hijos que lo necesitan. En cambio yo soy soltero y solo, y nadie me necesita.

El oficial duda un momento y enseguida responde:
-Aceptado. 

Y el prisionero Kolbe es llevado con sus otros 9 compañeros a morirse de hambre en un subterráneo. Aquellos tenebrosos días son de angustias y agonías continuas. El santo sacerdote anima a los demás y reza con ellos. Poco a poco van muriendo los demás. Y al final después de bastantes días, solamente queda él con vida y otros tres compañeros. Como los guardias necesitan ese local para otros presos que están llegando, le ponen una inyección de fenol y los matan. Era el 14 de agosto de 1941. Los cuerpos fueron incinerados en el crematorio del campo. Incluso en prisión y también en la celda de hambre, celebró, todos los días la Santa Misa, distribuyendo la Comunión a otros prisioneros: el pan dado a los prisioneros era ácimo (sin levadura), podía ser utilizado para la Eucaristía; guardianes que simpatizaban con él le hacían llegar el vino. En agosto de 1945, en el final de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Nagasaki, donde Kolbe tenía una de sus imprentas, fue destruida por la bomba atómica. Todos los trabajadores fallecieron más tarde, pero la imprenta quedó incólume.

Su familia, polaca, era inmensamente devota de la Virgen y cada año llevaba a los hijos en peregrinación al santuario nacional de la Virgen de Chestokowa. El hijo heredó de sus padres un gran cariño por la Madre de Dios. Cuando era pequeño tuvo un sueño en el cual la Virgen María le ofrecía dos coronas, si era fiel a la devoción mariana. Una corona blanca y otra roja. La blanca era la virtud de la pureza. Y la roja, el martirio. Tuvo la dicha de recibir ambas coronas. Un domingo en un sermón oyó decir al predicador que los Padres Franciscanos iban a abrir un seminario. Le agradó la noticia y con su hermano se dirigió hacia allá. 

Cuando el Santo Padre Pablo VI lo declaró beato en 1970, a esa gran fiesta asistió, el hombre Franciszek Gajowniczek (de 70 años), el hombre por el cual Kolbe había ofrendado su propia vida treinta años antes. Juan Pablo II, su paisano, lo declaró santo ante una multitud inmensa de polacos. 

(Oración a San Maximiliano Kolbe, el misionero)

San Maximiliano, queremos abrirte el corazón, 
para que lo hagas arder del amor y 
de la pasión por el Reino que motivó toda tu vida, 
y que te puso en camino por el mundo. 
Deseamos, como vos, entregar cada día 
nuestra vida a Jesús a través de las manos de María,
 y al mismo tiempo entregarnos unos a otros 
para que juntos podamos “animar y animarnos” 
en esta misión especial que nos confiaste, 
y que nos invita cada día a “echar las redes” 
de la confianza y de la esperanza. 
Creemos que tu ideal de vida y 
de misión puede conquistar el corazón d
e muchos jóvenes alejados de Dios; 
que podamos ayudarlos a descubrir 
el amor misericordioso del Padre y 
la alegría de una vida entregada. Amén.


Fuente:
Wikipedia
Kolbemission.org