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martes, 1 de abril de 2014

San Francisco de Paula



San Francisco de Paula, fundador
2 abril

San Francisco de Paula (Paula, 27 de marzo de 1416 — Tours, 2 de abril de 1507) fue un eremita, fundador de la Orden de los Mínimos y santo de la Iglesia Católica de la región sureña de Calabria en Italia.Se le puso el nombre de Francisco debido a que sus padres querían desde hacía más de quince años el tener un hijo, y al fin, al rezarle al santo Francisco de Asís, por su intercesión Dios les envío a este hijo, Francisco de Paula.

Siendo el primogénito, su hermana siguió y  a quien le pusieron por nombre, Brígida. Cuando todavía pequeño contrajo una enfermedad en el ojo, y de nuevo los padres rogaron a la intervención del santo de Asís, prometiéndole, en caso de curación, que el pequeño vestiría por un año entero el hábito de la orden franciscana y peregrinarían a Asís. La enfermedad cedió, y para el niño significo su inicio al mundo de oración y cercanía con Dios.

A los 14 años pidió permiso a sus padres para irse por cinco años a una vida de meditación y rezo. Durmiendo en el suelo , comiendo todo lo silvestre. Al ser descubierto más tarde hubo gente que lo siguió y le imito, construyendo chozas  y una capilla para quiénes ya comenzaban a vivir con él, en ese tipo de vida.

Su lema fue : Caridad

Esta palabra siempre se ha asociado a la imagen de este santo.

Francisco de Paula tuvo una responsabilidad muy fuerte y así lo demostraba, al fundar  varias casas para sus religiosos, en cada convento había una consigna que cumplir siempre, así  podría ser "Cuaresma perpetua", es decir, hacer las mortificaciones de la alimentación . No comer nunca más carne, leche, huevo, ni licor, en cambio podría consumirse pan , pescado, agua y verduras. Y esto lo hizo como una reacción de compensación a lo que se vivía en Europa como una oleada al sensualismo y excesos quienes tenían debilitada su voluntad y cometían toda serie de vicios.

Los Mínimos:
Como consecuencia a esto muchos hombres decidieron apartarse de la vida de pecado e integrarse a las comunidades religiosas fundadas por Francisco de Paula. Así es como nacen los hermanos que son aún más menores que los llamados así por San Francisco de Asís, se fundan los Mínimos, por ser los más pequeños de todos.

Francisco y sus seguidores fundaron los primeros conventos en Calabria y Sicilia. En 1470 el principal valedor de la Orden, el arzobispo de Cosenza, Mons. Pirro Caracciolo, les otorgó su aprobación formal con la constitución Decet Nos, colocando la congregación a la directa dependencia de la Sede Apostólica, pidiendo su confirmación al Papa Sixto IV, quien la concedió en 1474.

San Francisco de Paula fue un hombre con muchos dones del Espíritu Santo, entre ellos el de curación, profecía y el de poder hacer milagros, es así que han una serie de prodigios que le son propios de estos dones, su enorme fe, se ve demostrada en estas anécdotas.

Volando sobre el mar

Cuentan que un día tenía que cruzar el estrecho de Mesina para ir a Sicilia. Le dijo al dueño de una embarcación: "¿Me lleva? Pero no tengo dinero". Y el otro le respondió: "Sino tiene dinero, no lo llevo". Entonces el santo extendió su manto sobre las aguas, lo tomó de un extremo con sus manos para que le sirviera como vela de un barco y el otro extremo colocó sus pies y se fue deslizando suavemente sobre las aguas, ante las miradas de los presentes, y desapareció del horizonte, llegando a la isla. Es así como ha sido representado en algunas ocasiones.
Estrecho de Mesina


Representación de San Francisco de Paula cruzando el estrecho


Así hay algunos otras anécdotas como la brasa que no quema y la moneda que sangra, del que habrá más información en la sección de anécdotas y milagros de santos.

El viernes santo del 2 de abril de 1507, después de escuchar la pasión de Cristo según san Juan, se quedo plácidamente dormido con el sueño de la muerte, inmediatamente se le proclamo santo por toda la gente, y hubo muchos milagros.

Doce años después de su muerte, fue proclamado santo por el Papa León IX (en 1519).

Fue un hombre que como su orden lo indicaba no consumía ni carne, ni huevos, ni leche, ni licor y muere a los 91 años.

El fraile mínimo se reconoce a sí mismo como don de Dios, acepta su propia fragilidad y no tiene miedo de ser como es, es decir, necesitado de perfección. Así, considera que sólo quien aprende a conocerse a sí mismo puede tener un encuentro positivo con los demás, con la naturaleza y con Dios.

Página de la orden de los mínimos

http://www.sanfrancescodapaola.com/
http://www.ordinedeiminimi.it/

Monjas Mínimas

http://www.minimas.org/


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